Atacamos en puntos sensibles del cuerpo del agresor, los genitales, los ojos, el cuello, las
articulaciones, confiando en la velocidad de nuestro ataque y en nuestra determinación.
La confianza en uno mismo que proporciona la práctica de nuestro arte marcial, no solo está
destinada a ayudarte en una confrontación violenta, también puede hacer que mejore tu vida
cotidiana, sobretodo en nuestra interacción con los demás.
Nuestra forma de mirar, de caminar, de gesticular, de hablar o sencillamente nuestra postura,
pueden ser un factor determinante en tu día a día cotidiano. Creemos que las personas deben
sertirse seguras, que no debes vivir con miedo, el miedo nos paraliza y nos impide tener una vida
plena, desarrollarnos como personas.
El creador de nuestro sistema Imi Lichtenfeld, lo define en una de sus frases más conocidas "Un
hombre debe poder caminar en paz".
Una de nuestras características de nuestras clases son los trabajos de golpeo, los alumnos mejoran
su potencial de pegada con el entrenamiento contínuo, sumando la técnica correcta, el
entrenamiento físico, más la actitud adecuada, tenemos los resultados que buscamos, una persona
entrenada para defenderse golpeando a un posible atacante, con una pegada muy superior a la de una
persona que no tenga este entrenamiento.